EL ENIGMA DEL VOLCAN DEL GASCO

Hace unos días nos llegaba un excelente comentario a nuestro blog, dando unos datos muy precisos sobre el Volcán del Gasco, el autor era Luciano Duarte, como nos parece de sumo interés y no queremos que se pierda en un comentario, vamos a introducir el texto integro en el post.

Lo hacemos en cursiva y con algún comentario nuestro, como no queremos tampoco adulterar el texto original del artículo creado en 2015 lo hacemos a posteriori, con lo que podemos leer lo ya publicado y una nueva causa probable de la roca pómez que se encuentra en este maravilloso lugar y que sin duda añade un nuevo enigma.

Así empezaba el enigma del Volcán del Gasco:

¡Échate al monte! Vamos a visitar el Volcán del Gasco, una de las colinas que más incógnitas ha provocado entre investigadores y geólogos durante décadas. ¡Huele el misterio! ¡Llena tus sentidos!

Situado en lo más profundo de la comarca de Las Hurdes, en la alquería de su propio nombre, el Gasco (tesoro en judío),  en lo alto del “Picu” del Castillo, en uno de los lugares más abruptos y escondidos de España, nos encontramos con El Volcán.

Raquíticas y temblorosas encinas, aumentan el misterio del lugar

Raquíticas y temblorosas encinas, aumentan el misterio del lugar

Declarado como lugar de interés científico en 2003; cuenta con una superficie de unos 97000 metros cuadrados, siendo el cráter de unos 50 metros de diámetro. Se le conoce como Volcán porque en 1950, según  investigaciones realizadas sobre la roca pumita (piedra pómez) de la zona, era de origen volcánico.

Tras un segundo estudio y al detectar la presencia de “ringwoodita”, se ha llegado a la conclusión, que el cráter se formó por el impacto de un meteorito en estas montañas hurdanas, fechado entre 1 y 2 millones de años, que arrojó toneladas de piedras por los alrededores.

Cientos de toneladas de piedras desplazadas y lanzadas por los aires

Cientos de toneladas de piedras desplazadas y lanzadas por los aires

 “La ringwoodita” (pequeños cristales de color azul pálido y violáceo), es un material que se produce al caer un elemento meteórico de una altura superior a los 600 kilómetros de altura y a una velocidad superior a 40 kilómetros por segundo. Solo encontrada  en los meteoritos y ahora también en la tierra.  Identifica al lugar como algo único a nivel mundial. ¡Imposible imaginar la magnitud del impacto!

En su cima se hallaba abundante cantidad de pumita (piedra pómez), que fue recogida durante años para la fabricación de objetos artesanales (pipas de fumar, casitas de piedra…) e incluso para uso industrial (lavado de vaqueros).

Hasta 600 furgonetas de piedra se llegaron a sacar en los años 90. “Entre 600 y 700 pesetas, de las de antes, pagaban los sacos”, afirman los vecinos. Hoy en día, nos consta que aún se sigue extrayendo la pumita. Hace una semana, fuimos a sacar las fotos para este artículo y nos encontramos con excavaciones recientes.

Recientemente y no sabemos con que propósito se han producido excavaciones en las zonas de impactos

Recientemente y no sabemos con que propósito se han producido excavaciones en las zonas de impactos

Pensemos que se trata de un valioso Patrimonio Nacional que hay que preservar. Es fundamental que lo respetemos y protejamos. Cualquier extracción de material del lugar, debería ser estrictamente controlada. ¡No te lleves nada de allí! Es un símbolo de Extremadura, los siglos han pasado por aquí ¡Valora lo que tienes bajo tus pies!

Frente al Volcán, surgiendo de las entrañas del monte, se despeña una cascada de más de 100 metros: el Chorro de la Miacera o Meancera, que vierte sus aguas al río Malvellido. En una cueva, escondida tras la cortina de agua, se encuentra un tesoro de valor incalculable (cuenta la leyenda). Joyas y monedas de oro están metidas en tinajas y cofres.

Impresionante vista desde el Volcán del Gasco de la Cascada de la Meancera, más de 80 metros de caída vertical

Impresionante vista de la Cascada de la Meancera, más de 100 metros de caída vertical

No intentéis, nunca, llegar a ellas. El capricho del agua ha dispuesto varias entradas. Todas protegidas por un hechizo. Por uno de los accesos, justo cuando divisas los cofres, una especie de manos invisibles te empujan hacia fuera con fiereza; por la otra, las paredes se remueven dejándote bajo tierra, ¡nunca podrás salir! 

El lugar inspira belleza y misterio, se muestra impresionante. Ninguna foto hará justicia a este rincón.

Arriba de El Volcán, nos encontramos con un bosque autóctono hurdano de pequeñas encinas y madroñeras recubiertas de líquenes y musgo, que dan a este cerro una imagen de cuento de hadas.

No cojamos el musgo, dejémoslo aquí. Tiene una gran función ecológica: forma el suelo donde se instalarán otros vegetales. Su aportación a la vida animal es muy valiosa: su tapiz es refugio de pequeños invertebrados.

La débil luz que dejan pasar las copas de los árboles, al reflejarse en el musgo, dan magia al lugar.

La débil luz que dejan pasar las copas de los árboles, al reflejarse en el musgo, dan magia al lugar.

El lugar, es en si algo inaccesible, Ramajal Rural, pone a vuestra disposición (consultar condiciones) nuestro safari 4×4. El origen de nuestras rutas, es para que podáis conocer parajes de difícil acceso para vehículos tradicionales. ¡Conectaremos la tracción total! Visitaremos un lugar lleno de embrujo que te atrapará.

Las Hurdes, lugar de leyendas. Es tan inmenso su encanto, que la academia francesa, siguiendo las órdenes de Luís XIV, aseguró: “el paraíso terrenal bíblico, podría encontrarse en estos Valles”

Luciano Duarte nos hacía llegar este comentario, preciso y con muchos datos del Volcán del Gasco, que recogemos integro, también queremos agradecer sus «pesquisas» y el que nos la hiciera llegar:

Ya en otros comentarios, otras personas, cultas, estudiosas y muy conocidas en la zona dejaron entreveer algo sobre una fortaleza y su destrucción como causa probable, pero Luciano nos ha abrumado con la cantidad de datos, datos que no queríamos dejar de publicar.

Aparte de la supuesta actividad volcánica, que quedaba refutada con un simple análisis de los primeros resultados, existían también otras posibles hipótesis para explicar el origen de la roca pómez, tales como fusión por la acción de un rayo dando lugar a una fulgurita, o restos de actividad metalúrgica dando lugar a escoria de fundición. La hipótesis de que se tratara de una fulgurita era relativamente probable, ya que la fusión de la roca afectada por un rayo también tiene lugar a muy alta temperatura y da lugar a similares texturas y mineralogías. Sin embargo, el volumen de roca afectado es mucho menor en el caso de fulguritas, y generalmente está restringido a morfologías lineales ramificadas. La masa de fulgurita más grande descrita hasta el momento alcanza los 30 cm de diámetro y 5 m de longitud, y forma parte de una banda afectada de forma discontínua con unos 30 metros de largo (Essene y Fisher, 1986).

Este volumen es mucho menor que los más de 50 m3 que estimo existieron originalmente en el yacimiento de pómez de El Gasco (previos a la explotación ilegal mencionada anteriormente), y tampoco tiene que ver con la geometría en paralelepípedos que se observa en El Gasco, así que es prácticamente imposible que se trate de una fulgurita. En relación con la hipótesis de metalurgia, la ausencia de indicios de mena metálica en el entorno cercano, y el gran volumen de roca parcialmente fundida, permiten descartar esta posibilidad.

Nosotros desde luego no somos entendido en la materia, pero si observadores y desde luego, 600 ó 700 furgonetas de piedra parece mucho para achacarlo a uno o varios rayos, por ello siempre hemos descartado esta hipótesis, como parece hacer Luciano.

La hipótesis de que se tratara de un fundido de impacto meteorítico, que en un principio nos pareció factible (Díaz Martínez et al., 2001), también ha sido recientemente descartada (Díaz Martínez y Ormö, 2003). Esta hipótesis cosmogénica se basaba principalmente en la supuesta presencia de ringwoodita ferrosa, un polimorfo de alta presión del olivino. Sin embargo, la existencia de este mineral es muy improbable, ya que ha sido imposible de localizar mediantemicroscopía electrónica de transmisión (comunicación personal de A. Greshake, Berlín) y por espectroscopía Raman (comunicación personal de Eugen Libowitzky, Viena). El mineral con estructura de espinela ha resultado ser exclusivamente hercinita (óxido de hierro y aluminio formado a alta temperatura), y el compuesto identificado con la microsonda electrónica como silicato de hierro y algo de magnesio debió tratarse de olivino de composición próxima a fayalita. La identificación errónea de la ringwoodita mediante la DRX se debió a un artefacto metodológico y error en la interpretación de los datos, inducido por el sistema de búsqueda automática de fases minerales y la escasez de estándares con los que comparar. Mientras que la base de datos utilizada para la búsqueda automática por el sistema de DRX para identificar los minerales contiene numerosos estándares de cuarzo y de hercinita, de ringwoodita tan sólo se encuentran dos estándares: uno para el término rico en magnesio (ringwoodita sensu stricto) y uno para el término rico en hierro (ringwoodita ferrosa). Esta limitación de la base de datos utilizada, unida a la abundancia de cuarzo y sobre todo a la escasa proporción relativa del resto de los minerales, originó un artefacto metodológico resultante en una determinación poco fiable que no fue identificada como tal, dando lugar a la interpretación errónea de los resultados. La corroboración de nuestros resultados por K. Kirsimäe sufrió del mismo error, al haber utilizado la misma base de datos y el mismo sistema de búsqueda automática, a pesar de que la intensidad de los picos del difractograma era mucho mayor gracias a la concentración previa de los minerales y su separación del vidrio y fases menos densas. En conclusión, tuvimos que abandonar esta hipótesis de fundido por impacto meteorítico, sobre todo a raíz de la presentación de nuestras conclusiones en varios congresos internacionales sobre impactos meteoríticos (véase, por ejemplo, Díaz Martínez, 2002), en los que nuestra propuesta fue muy criticada por algunos colegas especialistas. Entre otras cosas, se nos criticaba la ausencia de otras fases de alta presión, sobre todo del cuarzo, siendo este tan abundante en el sustrato y en la roca pómez.

FORTIFICACIÓN VITRIFICADA Los resultados de todos estos estudios nos forzaron a abandonar todas las hipótesis con las que contábamos, obligándonos a buscar alguna otra alternativa que no hubiéramos considerado. Finalmente, la reevaluación y reinterpretación de toda la información y observaciones disponibles hasta la fecha sobre la roca pómez del Pico del Castillo nos ha permitido establecer sin duda alguna que esta roca se originó por fusión parcial con formación de vidrio a partir de otra roca fuente (grauvacas y litoarenitas del Proterozoico superior), en un proceso similar al que se observa en construcciones humanas de madera y piedra destruidas por el fuego, y que es conocido como vitrificación. Este proceso se conoce en numerosas fortificaciones de la edad de Bronce y del Hierro distribuidas por gran parte de Europa (Buchsenschutz y Ralston, 1981). La existencia de restos arqueológicos (cerámica y megalitos) de la Edad de Hierro en el Pico del Castillo (comunicación personal de M.A. González López, arqueólogo que ha estudiado el lugar) induce a pensar que la roca original formara parte de una construcción asociada a un pequeño castro celta (vetón), aunque evidentemente las próximas excavaciones arqueológicas deberán confirmarlo. La posibilidad de vitrificación como hipótesis plausible para la formación de la roca pómez de El Gasco fue originalmente planteada por Jens Ormö, geólogo sueco del Centro de Astrobiología, al reconocer en el Pico del Castillo algunas características similares a las que él había observado en fortificaciones vitrificadas de Suecia, tales como las descritas por Kresten et al. (1993). Sin embargo, la escasez de estudios científicos detallados sobre fortificaciones vitrificadas, y el difícil acceso a las publicaciones, nos dificultó su comparación e interpretación. Esto es especialmente claro para España, donde la experiencia sobre estas estructuras es prácticamente nula. El geólogo P. Kresten, del Consejo Nacional de Arqueología de Suecia, que ha estudiado la geología (petrología, mineralogía, geoquímica, datación, etc.) de una gran parte de las fortificaciones vitrificadas de Europa, nos facilitó algunas de las referencias bibliográficas básicas sobre el tema. Gracias a esta información, llegamos a la conclusión de que la hipótesis más probable para explicar la formación de la roca pómez de El Gasco es que se originara por un proceso de vitrificación parcial de una estructura arquitectónica de madera y piedra construida por el hombre hace varios miles de años, muy posiblemente durante la Edad de Hierro, tal como indican los restos arqueológicos encontrados hasta la fecha en el entorno del Pico del Castillo. A pesar del cambio en la interpretación de la roca pómez, la declaración del Pico del Castillo como Lugar de Interés Científico por la Junta de Extremadura (Decreto 153/2003, publicado en el DOE del 5 de Agosto) está perfectamente justificada, pues aparte del interés mineralógico, geoquímico y petrofísico, se trataría de la primera fortificación vitrificada identificada en España. Las fortificaciones vitrificadas de la Edad del Bronce y del Hierro son relativamente frecuentes en la zona centro y noroccidental de Europa (Suecia, Irlanda, Escocia, Francia, Alemania, etc.), mientras que en la Península Ibérica hasta el momento sólo se habían identificado varios en Portugal. Tal como se ha comprobado por análisis térmico diferencial, la temperatura que se alcanza durante el incendio de estas estructuras vitrificadas puede llegar a superar los 1200ºC. Las condiciones reductoras y de humedad del interior de las murallas de estas construcciones, junto con el aporte de fósforo y potasio procedentes de la combustión de la madera, permiten temperaturas de solidus (comienzo de la fusión) más bajas que las teóricas. En el caso de El Gasco, los experimentos actualmente en curso para reproducir la formación de la roca pómez a partir de la roca del sustrato sugieren que probablemente se alcanzaran temperaturas más altas de lo normal en otros yacimientos europeos. DISCUSIÓN La nueva hipótesis sobre el origen de la roca pómez por vitrificación parcial de una construcción humana de madera y piedras permite interpretar coherentemente otras características que hasta ahora tenían difícil explicación, y que según la bibliografía consultada son frecuentes en las fortificaciones vitrificadas (Brothwell et al., 1974; Youngblood et al., 1978; Nisbet, 1982; Fredriksson et al., 1983; Kresten et al., 1993). Entre ellas se encuentran: (a) clastos de roca pómez con forma de paralelepípedo: la mayoría de los fragmentos de pómez presentan esta morfología, que es heredada de los fragmentos de roca originales, como resultado de la fracturación y diaclasado previos de la roca del sustrato utilizada en la construcción; (b) evidencias de expansión interna en los clastos de roca pómez, tales como abombamiento y superficie en corteza de pan: estas morfologías son resultado de los procesos de fusión parcial, pérdida de volátiles y formación de vesículas, que tienen lugar en el interior de los clastos durante el calentamiento a altas temperaturas, con la consiguiente formación y separación de una fase gaseosa a partir de la descomposición de algunos minerales, sobre todo arcillas y micas; (c) diferentes grados de brechificación del cuarzo y diferentes tamaños de las vesículas: ambas características son debidas a las variaciones texturales y composicionales de la roca original, cuya inhomogeneidad da lugar a los diferentes aspectos que se observan en la roca pómez (con más o menos fragmentos de cuarzo, con más o menos vesículas, con vesículas de mayor o menor tamaño, etc.). Estas variaciones se deben a las diferentes proporciones y composiciones de cemento, matriz y granos en las grauvacas del sustrato; (d) presencia de moldes externos de madera sobre la superficie de los clastos de pómez: esta característica es resultado de la expansión y plasticidad de la roca parcialmente fundida, facilitando su contacto con la madera en combustión (carbón vegetal), y obligándola a adaptarse a la forma de los fragmentos de madera todavía no consumidos totalmente; (e) presencia de pátina de esmalte sobre la superficie de los clastos de pómez: esta característica es resultado del contacto entre la roca en proceso de fusión parcial y las cenizas procedentes de la combustión de la madera; y (f) valores de fósforo extremadamente variables: esta característica posiblemente se deba tanto a la fusión de cristales de apatito heredados como minerales pesados de las rocas del sustrato, como a la incorporación de cenizas de madera, e incluso de huesos, en el fundido.

Parece ser que esta nueva teoría, sin descartar al 100% la del meteorito, es la que más fuerza tiene en la actualidad, lo que si tenemos claro desde Casas rurales en las Hurdes, es que es un lugar con magia, con magnetismo, que atrae y de una belleza natural sin parangón.

 

 

22 thoughts on “EL ENIGMA DEL VOLCAN DEL GASCO

  1. Luis

    Sin perder un ápice de misterio, pienso que se trató de un antiguo poblado de la edad de los metales del que hay signos evidentes (emplazamiento estratégico, disposición defensiva de rocas, etc.), y las rocas fundidas pueden provenir de la actividad minera y/o bien de haber sufrido un severo incendio habiendo una alta carga de combustible. La excavación pude deberse a algún buscador-expoliador de restos arqueológicos.

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    1. ramajalrural

      Gracias Luis por opinar, hemos leído algo sobre esa versión, pero no acaba de cuadrarnos del todo, la ringwoodita, encontrada por el CSIC, que es el estudio más serio que hay sobre este lugar, el que no vemos ningún tipo de polígono arquitectónico… bueno si fuese un asentamiento muy muy lejano en el tiempo, podría ser. Como tú dices no pierde por ello ningún ápice de misterio. Saludos

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  2. José Luis

    Antes de llegar a lo que se llama «Volcán» existen restos de paredes… Ahí estuvo situado el fuerte del Fragoso que se cita en los documentos antiguos, castro fortificado donde habitaron nuestros antepasados vetones. Y en una cueva en la ladera del pico del Volcán o pico del Castillo (que de ambas formas se llama el lugar) vivieron pobladores paleolíticos. En una excavación realizada por un equipo de arqueólogos se obtuvo material lítico de la edad de la piedra tallada o Paleolítico….

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  3. José Luis

    Y no hace excesivamente muchos años una persona encontró una calavera de oso en la cueva del pico del Castillo, de los que antiguamente poblaban toda la península…

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  4. paco

    Según el CSIC: La ringwoodita solo se encuentra en las entrañas de la tierra a mas de 500 Kilometros de profundidad. Y para poderla encontrar en la superficie, solo puede ser posible a un fuerte impacto meteoritico, que sea capaz de someterla a la misma presión en la que se encuentra en las profundidades.
    Había otra hipótesis, también del CSIC, pero basada en la teoría de una reputada científica de la Universidad Petrológica de Moscú, la cual dice que la piedra pómez se debería al impacto de una enorme fulgurita (rayo petrificado) aunque ellos le dan otro nombre del que ahora mismo no me acuerdo. Y la ultima y según ellos la mas probable, es la existencia de un fuerte castro celta que se incendio y la carga combustible de las maderas al quemarse, habría fundido parte de las piedras,; no la piedra completa.

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  5. ramajalrural

    De nuevo gracias a todos por opinar, esto demuestra lo misterioso del lugar, pues es difícil ponernos de acuerdo.
    Argumento a favor del impacto de un meteorito, no en contra de las otras hipótesis, castro celta quemado, todos sabemos que el carbón de brezo es el único carbón vegetal capaz de fundir el metal, preguntado a los muchos carboneros que hemos tenido en la zona, jamás han visto que en las carboneras se produjera una alteración de las rocas colindantes tan brutal como existe en el Volcán, por lo tanto ¿cuanta madera sería necesaria?, argumento que nos lleva a casi descartar la mano humana en la «fusión» de las piedras, al no ser, pero es hipotético, como habla Luis o deja entre ver José Luis un poblado muy antiguo con una alta especialización minera. Y siempre queda la pregunta y la ringoodita que pinta aquí entonces?.
    Saludos

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  6. José Luis

    He leído que en ciertas fortificaciones prehistóricas se conseguía por medio del fuego fundir ligeramente las rocas de menor punto de fusión, para que luego al enfriarse compactaran y pegaran a las restantes rocas, consiguiendo así reforzar las murallas… Creo recordar que fue en Francia, pero cito de memoria, porque no tengo el estudio delante.
    Era de unas jornadas sobre el volcán, donde se barajaban tres hipótesis para la explicación de la piedra pómez del lugar:
    1ª Meteorito.
    2ª Incendio premeditado o fortuito.
    3ª Volcán.
    Como anécdota, comentar que en muchos lugares habitados por civilizaciones prehistóricas se han descubierto piedras cristalizadas que no pudo ser resultado de los medios técnicos del momento, ya que solo se pueden conseguir tales resultados por medio de energía atómica. ¿Causa? Los más fantasiosos apelan a antiquísimas visitas de seres extraterrestres, conocedores de un tecnología especial.

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  7. ramajalrural

    No hay que ser muy fantasioso José Luis, por aquí hay decenas de cuentos, leyendas y todos conocemos algún echo aislado de algún vecino, pero es un tema espinoso que da miedo abordar, primero por que no nos tachen de loco, y lo segundo el atraer a lo que no queremos atraer al morbo.
    Quizás algún día nos atrevamos.

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  8. Félix Barroso Gutiérrez

    Más de una, de dos y de cinco veces me he pateado el PICU CAHTILLU, ya fuere con mis antiguos alumnos del hogar-escolar de Nuñomoral, o con mis amigos de El Gasco, de La Fragosa y de Martilandrán. Me he comido mucho pan y bebido mucho vino con los paisanos de esas alquerías, de los cuales tengo recogidos importantísimas informaciones orales. Hablar de esa mágica montaña de PICU CAHTILLU nos llevaría largo rato. Sabemos de sus covachas o refugios rocosos (no se puede hablar de cuevas o grutas, ya que éstas solo existen en zonas calizas, y Las Hurdes es todo un islote pizarroso) y conocemos quiénes fueron los saqueadores de una de esas covachas, la de «La Güesera», donde rapiñaron infinidad de material lítico (período Solutrense) y hasta una mandíbula de oso semipetrificada. Y también tenemos valiosa documentación oral sobre el ídolo-guijarro encontrado en otra covacha, que fue a parar a manos de un cura que andaba por estos pagos. Este ídolo, claramente Calcolítico, fue adquirido al cura, previo pago, por unos señores de Ciudad Rodrigo y, hoy, aparece en cualquier manual arqueológico como «ídolo-estela (o ídolo-guijarro) de Ciudad Rodrigo». Y conocemos trazos de pinturas rupestres en las inmediaciones, pero no vamos a decir ni «mu», porque estamos ya hartos de los saqueadores del patrimonio jurdano, empezando por gente que estuvieron ligadas a la Administración pública. Y sabemos de un precioso petroglifo prehistórico (totalmente inédito) por esas partes, del que tampoco vamos a dar pormenores. Y… ya no seguimos más, porque entonces no acabaríamos. ¡Salud y gracias, amigo Genaro, por la promoción que haces de la inigualable comarca de Las Hurdes!

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    1. RamajalRural

      Hoy día se llama así, pero si oyes hablar a personas mayores la terminación «o» la mayoría de las veces la convierten en «u» es hurdano, cotorru hoy cotorro o sólo la terminación ro, picu hoy pico.
      Un saludo y nos gusta que sea de tú aprobación.

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  9. Jesús Mateos

    He estado leyendo el articulo y me parece de lo más interesante. Me ha tocado hacer alguna foto del volcán para un artículo de una revista y la versión que yo conocía es la del meteorito.
    Lo que me has me ha congratulado es el pequeño debate edificante que se ha montado en los comentarios, y del que he extraído mucha información.
    Es gratificante descubrir gente culta e informada en la redes sociales.
    Gracias

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    1. RamajalRural

      Jesús de todo hay en la viña del señor, jeje, mil gracias amigo y nos encanta que te gustara nuestra historia.
      Un saludo y esperamos seguir viéndote por este bloc

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  10. Maria Jesús Martín iglesias

    Me parece muy bonito todo lo que se cuenta pero no estoy de acuerdo le cuento lo que me contó mi padre que era un volcán del la era terciaria o cenozoica se lo dijo un vulcanologo. Siempre lo he llamado picu castillu y el chorro del encina la rocastillu está más abajo y la míacera esta donde están los meandros .hija del tío Eusebio

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    1. RamajalRural

      Gracias María por tú aporte, nosotros recogemos el estudio científico que hizo el CSIC, pero te voy a decir una cosa, que más da 1, 2 ó 2.5 millones de años, son una burrada para un ser humano, y lo importante es que es bello y lo tenemos en nuestras Hurdes

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  11. Alfonso

    Llego muy tarde a este artículo y me ha gustado. Estuve en la reunión sobre el origen del «volcán» a la que no asistió ninguna persona que defendiera dicho origen ya olvidado por los científicos.
    De los que escribieron el ártículo del impacto de un meteoríto, más concretamente el investigador Enrique Martínez, ya se había desligado de dicho origen, ningún tipo de dato objetivo llegaba a esta conclusión, sobre todo ¿dónde estaba el impacto? es decir el cráter de impacto. Por otra parte, el pico que daba el método de análisis de absorción atómica, interpretado por algunos como ringwoodita, podía ser también de un óxido de hierro mineral mucho más frecuente en la superficie del terreno. Lo del impacto se debe a que en esos años estaba de «moda» buscar impactos de meteoritos y se»encontraron» algunos que luego se vio que sólo estaban en la imaginación de los autores.
    Está claro que la piedra pómez encontrada es de origen humano, se debió a un sobrecalentamiento de las pizarras del muro del «castillo». Al análisis químico de dichas pumitas es idéntico al de las pizarras de los alrededores, sólo difieren en que la pumita tiene menos agua, más férrico y menos ferroso a causa del fuerte calentamiento: fusión del agua, que provoca la formación de las burbujas de la pumita y oxidación del hierro ferroso.
    Por otra parte, no ha habido fusión de la roca, sólo una vitrificación, para lo que no hace falta tanto calor como para fundirlas. Este tipo de roca pumítica se ha encontrado en otros yacimientos arqueológicos antiguos. Como dice uno de los comentaristas, en muchas construcciones antiguas de Europa se utilizó esta técnica para dar consistencia a los muros de piedra.
    La primera vez que subí al volcán (antes de que se explotara la pumita) vi los restos antiguos muros. En la parte interna del muro es donde estaba la pumita (mucho calor) mientras que en la parte externa las rocas eran «simples» pizarras (el calor no había llegado a ellas).
    Sólo quiero reafirmar, además del rollo que os he metido, que el sitio es precioso, misterioso e impresionante y que los que lo hicieron sabían que desde allí podián controlar todo el valle de río Malvellido (no se porque se dice malvellido si se quiere decir valvellido o valle bello)

    Reply
  12. Luciano Duarte

    Aparte de la supuesta actividad volcánica, que quedaba refutada con un simple análisis de
    los primeros resultados, existían también otras posibles hipótesis para explicar el origen de la
    roca pómez, tales como fusión por la acción de un rayo dando lugar a una fulgurita, o restos de
    actividad metalúrgica dando lugar a escoria de fundición. La hipótesis de que se tratara de una
    fulgurita era relativamente probable, ya que la fusión de la roca afectada por un rayo también
    tiene lugar a muy alta temperatura y da lugar a similares texturas y mineralogías. Sin embargo, el
    volumen de roca afectado es mucho menor en el caso de fulguritas, y generalmente está
    restringido a morfologías lineales ramificadas. La masa de fulgurita más grande descrita hasta el
    momento alcanza los 30 cm de diámetro y 5 m de longitud, y forma parte de una banda afectada
    de forma discontínua con unos 30 metros de largo (Essene y Fisher, 1986).
    Este volumen es mucho menor que los más de 50 m3 que estimo existieron originalmente
    en el yacimiento de pómez de El Gasco (previos a la explotación ilegal mencionada
    anteriormente), y tampoco tiene que ver con la geometría en paralelepípedos que se observa en
    El Gasco, así que es prácticamente imposible que se trate de una fulgurita. En relación con la
    hipótesis de metalurgia, la ausencia de indicios de mena metálica en el entorno cercano, y el gran
    volumen de roca parcialmente fundida, permiten descartar esta posibilidad.
    La hipótesis de que se tratara de un fundido de impacto meteorítico, que en un principio
    nos pareció factible (Díaz Martínez et al., 2001), también ha sido recientemente descartada (Díaz
    Martínez y Ormö, 2003). Esta hipótesis cosmogénica se basaba principalmente en la supuesta
    presencia de ringwoodita ferrosa, un polimorfo de alta presión del olivino. Sin embargo, la
    existencia de este mineral es muy improbable, ya que ha sido imposible de localizar mediante
    microscopía electrónica de transmisión (comunicación personal de A. Greshake, Berlín) y por
    espectroscopía Raman (comunicación personal de Eugen Libowitzky, Viena). El mineral con
    estructura de espinela ha resultado ser exclusivamente hercinita (óxido de hierro y aluminio
    formado a alta temperatura), y el compuesto identificado con la microsonda electrónica como
    silicato de hierro y algo de magnesio debió tratarse de olivino de composición próxima a
    fayalita.
    La identificación errónea de la ringwoodita mediante la DRX se debió a un artefacto
    metodológico y error en la interpretación de los datos, inducido por el sistema de búsqueda
    automática de fases minerales y la escasez de estándares con los que comparar. Mientras que la
    base de datos utilizada para la búsqueda automática por el sistema de DRX para identificar los
    minerales contiene numerosos estándares de cuarzo y de hercinita, de ringwoodita tan sólo se
    encuentran dos estándares: uno para el término rico en magnesio (ringwoodita sensu stricto) y
    uno para el término rico en hierro (ringwoodita ferrosa). Esta limitación de la base de datos
    utilizada, unida a la abundancia de cuarzo y sobre todo a la escasa proporción relativa del resto
    de los minerales, originó un artefacto metodológico resultante en una determinación poco fiable
    que no fue identificada como tal, dando lugar a la interpretación errónea de los resultados. La
    corroboración de nuestros resultados por K. Kirsimäe sufrió del mismo error, al haber utilizado…

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  13. Luciano Duarte

    la misma base de datos y el mismo sistema de búsqueda automática, a pesar de que la intensidad de los picos del difractograma era mucho mayor gracias a la concentración previa de los minerales y su separación del vidrio y fases menos densas. En conclusión, tuvimos que abandonar esta hipótesis de fundido por impacto meteorítico, sobre todo a raíz de la presentación de nuestras conclusiones en varios congresos internacionales sobre impactos meteoríticos (véase, por ejemplo, Díaz Martínez, 2002), en los que nuestra propuesta fue muy criticada por algunos colegas especialistas. Entre otras cosas, se nos criticaba la ausencia de otras fases de alta presión, sobre todo del cuarzo, siendo este tan abundante en el sustrato y en la roca pómez. FORTIFICACIÓN VITRIFICADA Los resultados de todos estos estudios nos forzaron a abandonar todas las hipótesis con las que contábamos, obligándonos a buscar alguna otra alternativa que no hubiéramos considerado. Finalmente, la reevaluación y reinterpretación de toda la información y observaciones disponibles hasta la fecha sobre la roca pómez del Pico del Castillo nos ha permitido establecer sin duda alguna que esta roca se originó por fusión parcial con formación de vidrio a partir de otra roca fuente (grauvacas y litoarenitas del Proterozoico superior), en un proceso similar al que se observa en construcciones humanas de madera y piedra destruidas por el fuego, y que es conocido como vitrificación. Este proceso se conoce en numerosas fortificaciones de la edad de Bronce y del Hierro distribuidas por gran parte de Europa (Buchsenschutz y Ralston, 1981). La existencia de restos arqueológicos (cerámica y megalitos) de la Edad de Hierro en el Pico del Castillo (comunicación personal de M.A. González López, arqueólogo que ha estudiado el lugar) induce a pensar que la roca original formara parte de una construcción asociada a un pequeño castro celta (vetón), aunque evidentemente las próximas excavaciones arqueológicas deberán confirmarlo. La posibilidad de vitrificación como hipótesis plausible para la formación de la roca pómez de El Gasco fue originalmente planteada por Jens Ormö, geólogo sueco del Centro de Astrobiología, al reconocer en el Pico del Castillo algunas características similares a las que él había observado en fortificaciones vitrificadas de Suecia, tales como las descritas por Kresten et al. (1993). Sin embargo, la escasez de estudios científicos detallados sobre fortificaciones vitrificadas, y el difícil acceso a las publicaciones, nos dificultó su comparación e interpretación. Esto es especialmente claro para España, donde la experiencia sobre estas estructuras es prácticamente nula. El geólogo P. Kresten, del Consejo Nacional de Arqueología de Suecia, que ha estudiado la geología (petrología, mineralogía, geoquímica, datación, etc.) de una gran parte de las fortificaciones vitrificadas de Europa, nos facilitó algunas de las referencias bibliográficas básicas sobre el tema. Gracias a esta información, llegamos a la conclusión de que la hipótesis más probable para explicar la formación de la roca pómez de El Gasco es que se originara por un proceso de vitrificación parcial de una estructura arquitectónica de madera y piedra construida por el hombre hace varios miles de años, muy posiblemente durante la Edad de Hierro, tal como indican los restos arqueológicos encontrados hasta la fecha en el entorno del Pico del Castillo. A pesar del cambio en la interpretación de la roca pómez, la declaración del Pico del Castillo como Lugar de Interés Científico por la Junta de Extremadura (Decreto 153/2003, publicado en el DOE del 5 de Agosto) está perfectamente justificada, pues aparte del interés mineralógico, geoquímico y petrofísico, se trataría de la primera fortificación vitrificada identificada en España. Las fortificaciones vitrificadas de la Edad del Bronce y del Hierro son relativamente frecuentes en la zona centro y noroccidental de Europa (Suecia, Irlanda, Escocia, Francia, Alemania, etc.), mientras que en la Península Ibérica hasta el momento sólo se habían

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  14. Luciano Duarte

    identificado varios en Portugal. Tal como se ha comprobado por análisis térmico diferencial, la temperatura que se alcanza durante el incendio de estas estructuras vitrificadas puede llegar a superar los 1200ºC. Las condiciones reductoras y de humedad del interior de las murallas de estas construcciones, junto con el aporte de fósforo y potasio procedentes de la combustión de la madera, permiten temperaturas de solidus (comienzo de la fusión) más bajas que las teóricas. En el caso de El Gasco, los experimentos actualmente en curso para reproducir la formación de la roca pómez a partir de la roca del sustrato sugieren que probablemente se alcanzaran temperaturas más altas de lo normal en otros yacimientos europeos. DISCUSIÓN La nueva hipótesis sobre el origen de la roca pómez por vitrificación parcial de una construcción humana de madera y piedras permite interpretar coherentemente otras características que hasta ahora tenían difícil explicación, y que según la bibliografía consultada son frecuentes en las fortificaciones vitrificadas (Brothwell et al., 1974; Youngblood et al., 1978; Nisbet, 1982; Fredriksson et al., 1983; Kresten et al., 1993). Entre ellas se encuentran: (a) clastos de roca pómez con forma de paralelepípedo: la mayoría de los fragmentos de pómez presentan esta morfología, que es heredada de los fragmentos de roca originales, como resultado de la fracturación y diaclasado previos de la roca del sustrato utilizada en la construcción; (b) evidencias de expansión interna en los clastos de roca pómez, tales como abombamiento y superficie en corteza de pan: estas morfologías son resultado de los procesos de fusión parcial, pérdida de volátiles y formación de vesículas, que tienen lugar en el interior de los clastos durante el calentamiento a altas temperaturas, con la consiguiente formación y separación de una fase gaseosa a partir de la descomposición de algunos minerales, sobre todo arcillas y micas; (c) diferentes grados de brechificación del cuarzo y diferentes tamaños de las vesículas: ambas características son debidas a las variaciones texturales y composicionales de la roca original, cuya inhomogeneidad da lugar a los diferentes aspectos que se observan en la roca pómez (con más o menos fragmentos de cuarzo, con más o menos vesículas, con vesículas de mayor o menor tamaño, etc.). Estas variaciones se deben a las diferentes proporciones y composiciones de cemento, matriz y granos en las grauvacas del sustrato; (d) presencia de moldes externos de madera sobre la superficie de los clastos de pómez: esta característica es resultado de la expansión y plasticidad de la roca parcialmente fundida, facilitando su contacto con la madera en combustión (carbón vegetal), y obligándola a adaptarse a la forma de los fragmentos de madera todavía no consumidos totalmente; (e) presencia de pátina de esmalte sobre la superficie de los clastos de pómez: esta característica es resultado del contacto entre la roca en proceso de fusión parcial y las cenizas procedentes de la combustión de la madera; y (f) valores de fósforo extremadamente variables: esta característica posiblemente se deba tanto a la fusión de cristales de apatito heredados como minerales pesados de las rocas del sustrato, como a la incorporación de cenizas de madera, e incluso de huesos, en el fundido.

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