Sin duda España está llena de pueblos bonitos por toda su geografía, pero muy pocos como La Alberca, hoy día perteneciente a la provincia de Salamanca y que en su antigüedad perteneció a la comarca de Las Hurdes y por lo tanto a Extremadura, el duque de Alba lo regaló al rey de León, por ayudarle en una batalla contra los portugueses. Casas rurales en Cáceres no quiere polemizar sobre las fronteras, pues la Alberca está ahí y no tiene dueño, es para el disfrute de los albercanos y de toda la humanidad.
A poco más de media hora de Ramajal rural, es una de las visitas que no podemos dejar de hacer, ya la subida del puerto del Portillo nos dejará atónitos de la belleza del Parque Natural de las Batuecas, su naturaleza esplendorosa se desborda por todas partes, casi engullendo la carretera, haciendo del paraje que nos rodea algo enigmático, volando sobre nuestras cabezas, halcones, águilas y buitres, sobre sus roquedos el emblema del parque, machos monteses que de forma tímida se asoman a nuestro paso. Llegado a la cima, todo empieza a cambiar, dejamos atrás las cálidas, onduladas, verdes y húmedas tierras hurdanas para llegar a las frías y planas llanuras castellanas, en este punto debemos parar y deleitarnos de las vistas, respirar el aire puro y hacer una foto que sin duda recordaremos siempre.
El primer pueblo bajando el puerto es la Alberca, nuestro destino, una responsable política municipal ha preservado la arquitectura tradicional del lugar como fue siempre, sabremos por que decimos que no debemos dejar hacer una visita cuando paseemos por sus calles, contemplando las casas de piedra, tejados y balconadas de madera de castaños, adornados con todo tipo de flores, su iglesia con esas dos calaveras humanas en su fachada, huesos humanos que nos recuerdan a todos la muerte que nos ha de llegar, sus fuentes, por mascota un cerdo que pasea alegre por sus calles, etc. (Aconsejamos que no sea en época vacacional para poder empaparnos de todo esto sin ser molestados por la aglomeración de turistas).
Una tradición que pone los pelos de punta al visitante que retrasa su salida del pueblo hasta el atardecer, es que todos los días una mujer, la moza de ánimas, recorre las calles del pueblo, despacio, tocando una campanilla y rezando a la muerte:
Fieles cristianos
acordémonos de las benditas almas del
purgatorio
con un padrenuestro y un avemaría
por el amor de Dios.
Otro padrenuestro y otro avemaría
por los que están en pecado mortal
para que su Divina Majestad
los saque de tan miserable estado.
Los albercanos, sin duda tiene por bandera su famosa chacina de cerdo ibérico, de aquí lo de la mascota, que criada en las dehesas extremeñas se curan en los fríos secaderos que hay en la población, muchas son las tiendas que nos ofrecen, a muy buen precio, jamones, chorizos, lomos, salchichones, etc. Al lado de estas ha nacido un comercio paralelo de artesanía y recuerdos del lugar que nos harán pasar un buen rato recorriéndolas y comprando algo si nos gusta, aunque si queréis artesanía de Extremadura no olvidéis pasar por Sólo Sensaciones, en Pinofranqueado.
Si aún seguimos con ganas de hacer otra actividad, podemos acercarnos a la Peña de Francia, a poco más de 20 kilómetros, más de 1700 metros de altura, su mirador si el día es claro nos dejará ver toda la llanura salmantina, en este lugar se encuentra el monasterio benedictino del siglo XV, que deberemos ver.
Para volver a Ramajal rural, podemos desandar el camino o coger la carretera que nos lleva a la población vecina de Soto Serrano, atravesaremos un bosque de robles, castaños y abedules muy refrescante en meses calurosos y de postal en los meses otoñales, Llegado a este municipio giraremos a la derecha para regresar a la comarca de Hurdes.
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Dando una vuelta por Internet me encuentro con vuestra web y os tengo que decir que me encanta. Voy mucho a La Alberca y sobre todo el 15 de Agosto no fallo. Felicitación por la maravillosa web. Desde Plasencia os mando un afectuoso saludo.
Gracias a ti Luis, cuando te apetezca pasar por las Hurdes, ya sabes donde encontrarnos, no te arrepentirás. un saludo amigo