Casas rurales en Extremadura, quiere agradecer a los hombres de fuego. No queremos que Las Hurdes se tiñan de negro, deseamos que se mantengan verdes, que conserven sus árboles para que  continúen purificando el aire que respiramos, para que puedan dar sombra a la tierra y aminoren el calentamiento global, para que nos den  fruta, para que en sus raíces, auténticas tuberías,  continúen almacenando  el agua, para que en sus bosques se refugie su rica fauna… en definitiva para que sigan colaborando en el avance del país.

Hablamos de los incendios forestales. Es muy preocupante saber que el 80% de ellos están, intencionadamente o no, provocados por el ser humano. ¡Nos resulta un dato escalofriante!

Sin ir más lejos, el pasado jueves 14 de Mayo,  en Alicante, se provocó uno; un día con una temperatura alta y un fuerte viento, nos preguntamos ¿hay que avisarnos que no es el momento adecuado para hacer una quema “controlada”? Increíble.

Muy  simples son  medidas de protección como: no tirar colillas encendidas, no abandonar en el bosque botellas y objetos de cristal, hacer fuego únicamente en las épocas y zonas autorizadas. Son obvias, pero tendemos a olvidarlas con frecuencia.

¡En verano, con temperaturas extremas, una simple chispa puede despertar un furioso incendio que convierta todo en cenizas!

Los incendios forestales producen enormes daños ambientales, es uno de los factores que está contribuyendo en gran medida al cambio climático, grandes pérdidas económicas y sobre todo pérdidas de vidas humanas (TODOS LOS AÑOS MUREN, DE MEDIA, MÁS DE 9 PERSONAS).

Deberíamos tener, también en cuenta, que cuando el monte arde, metidos entre las llamas, siempre en primera línea, soportando temperaturas extremas, hay personas que intentan evitar la destrucción de nuestras vidas, casas y bosques, los bomberos forestales.

Un bombero es un ser humano, no tiene súper-poderes, pero si  una gran responsabilidad; debería estar ahí para combatir únicamente los incendios naturales. Su vida siempre está en juego y  saben que tienen  un margen de error muy pequeño, ¿Qué se preguntarán cuando bajan del camión con la herramienta en la mano, o del helicóptero a decenas de kilómetros de la civilización y han de meterse en ese infierno, pensarán en sus  familias?

Los incendios forestales presentan desafíos únicos para ellos, son impredecibles, de un minuto a otro cambia su dirección y quedan atrapados entre las llamas. Llega un momento en que la sensación de ahogo, el agarrotamiento muscular, la fatiga…hacen mella. Pero tienen que seguir adelante. Hay que regresar bien a casa.

Es intolerable pensar que el 80% de estas situaciones se pueden evitar. En nuestras manos está el mitigar estos porcentajes.

Que estas líneas sirvan para cuando, por ejemplo, vayamos a tirar un cigarro por la ventanilla del coche, pensemos en las graves consecuencias que puede acarrear, sirvan para  apoyar  a este colectivo que siempre intenta llegar a tiempo. ¿Están realmente valorados como se merecen?, nosotros sabemos que no.

En Las Hurdes aún recordamos 2003, donde un incendio prácticamente  todo se consumió, ver en los ojos de los bomberos la inmensa tristeza, la angustia, la impotencia, los surcos que en su negros rostros habían dejado las lagrimas al descender por su cara, los reproches propios y ajenos de no haber podido hacer más para evitarlo. Pero todo lo posible fue hecho.

Para Casas Rurales en Extremadura, la palabra valor es sinónima de bombero, y desde aquí, os damos las gracias para que sigáis luchando por nosotros. Transmitir nuestra cercanía  a todos esos compañeros que han caído entre las llamas. Nunca olvidaremos vuestro sacrificio.